Al pie de las tumbas de sus seres queridos, varias personas fueron víctimas de la delincuencia en el cementerio católico Calancala, ubicado en el sur de Barranquilla , donde dos adolescentes les robaron sus bolsos y demás pertenencias.
Sin embargo, gracias a la vigilancia que hay en el camposanto, los dos jóvenes fueron atrapados y entregados a la Policía, que los aprehendió para hacerlos responder por el robo, informó el sacerdote Manuel Domingo Arteaga, administrador del cementerio.
"Fueron detenidos porque el cementerio tiene un sistema de cámaras de seguridad y articulación con la Policía Nacional, entonces cualquiera que quiera ir a delinquir no tendrá la menor posibilidad de prosperar ahí", aseguró el administrador.
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El sacerdote afirmó que las condiciones de seguridad han mejorado notoriamente, al punto que “el Calancala ya no es el mismo de hace 10 años”, cuando incluso predominaba el consumo de drogas en este cementerio.
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