En la urbanización Las Gardenias de Barranquilla, lo que empezó como peleas a piedras entre pandillas hoy se ha convertido en enfrentamientos a bala por parte de grupos delincuenciales, cuyas disputas por controlar el tráfico de drogas han dejado a decenas de personas asesinadas y han obligado a muchas familias a abandonar sus viviendas.
"Estos conflictos se vienen dando desde el 2015 y ahora van creciendo, porque ya hoy no usan piedras, sino revólver. Casi 2.000 familias han tenido que salir de sus apartamentos, unas porque los han amenazado y otras porque no quieren que sus hijos se críen en medio de esta violencia", manifestó Gabriel Canchila, presidente de Convivencia del Conjunto Residencial Las Gardenias.
Los apartamentos construidos en Las Gardenias fueron entregados a desplazados por el conflicto armado, damnificados por la ola invernal y personas en extrema pobreza.
Pese a que está prohibido ceder estos inmuebles, algunos los han alquilado. Canchila asegura que desde el extranjero han llegado jóvenes que se han apropiado del territorio imponiendo terror.
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Ante esta situación, Misael Delgado, presidente de la Mesa de Víctimas del Atlántico, solicitó a las autoridades un consejo de seguridad extraordinario para frenar la ola de violencia en las propiedades horizontales del sur de la ciudad.
"Estamos solicitando al alcalde Jaime Pumarejo que se dé un comité territorial de justicia transicional extraordinario, donde puedan estar todas las autoridades y se resuelvan estas situaciones de manera efectiva, porque no podemos seguir viendo afectadas la dignidad y la seguridad", expresó Delgado.
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Para acompañar a la comunidad, con la Policía Nacional se estableció desde este jueves un centro de quejas en el salón social del conjunto número 7, donde será atendida la población víctima de amenazas y violencia.
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