Dos mujeres, que se dedican a las ventas ambulantes en el sector de San Victorino, Bogotá, terminaron peleando por 'defender' un espacio público en el que tendrían el derecho de usar, ya que les estarían cobrando por esto.
Los cobros no son ejercidos por una autoridad como medida de impuesto por el uso del espacio público, sino por bandas criminales que se apoderan de las zonas y le piden a los vendedores una cuota.
La pelea es el reflejo de las extorsiones de las que son víctimas estas personas que se dedican al comercio informal, quienes dicen que la administración distrital sabe cuales son las mafias, pero no actúan.
"Por qué ponen al vendedor ambulante para que les señale, quién es el que le cobra, con ese tema el vendedor se siente atemorizado porque seguro van y lo amenazan que lo van a matar, que es un sapo, sobre eso lamentablemente no se ha hecho nada", expresó un comerciante informal aNoticias Caracol.
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Otro de los mismos vendedores, registró el momento en el que un delincuente le pedía hasta cinco millones de pesos.
Según dice el director del IPES, Alejandro Rivera, los cobros pueden ser desde 50.000 pesos al día, pero se trata de un tema ilegal, ya que en Bogotá los vendedores pueden trabajar.
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"En Bogotá la Corte Constitucional ha garantizado que los trabajadores informales pueden estar en el espacio público para poder llevar su sustento a sus casas, garantizar su mínimo vital, a nadie deben pagarle. Invitamos a los vendedores que no se dejen tumbar, que nos sigan denunciando, nos llegan muchos videos, pero a la gente le da miedo", señala el director del IPES.
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