El pasado viernes, 28 de abril, se registró una fuerte riña en el sur de Bogotá en la que se vieron envueltos dossacerdotes , identificados como Frank Jordano Castro y Miguel Ángel González, quienes le habrían disparado a un miembro de la Policía Nacional, que hoy se encuentra entre la vida y la muerte.
Según el relato de las autoridades, el hecho se dio cuando los miembros de la Policía Nacional se desplazaron a la parroquia San Camilo, en la localidad de San Cristóbal, sur de Bogotá. En el lugar, estos dos sacerdotes tenían dos armas de fuego, tipo revolver, asegurando que deseaban entregarlas, mientras estos se tomaban unas cervezas.
"Al ingresar, el patrullero Hernández dice que los sacerdotes estaban departiendo unas cervezas y sobre la mesa tenían dos armas de fuego, tipo revolver, donde los sacerdotes o estas personas le manifiestan que tenían esas armas y que deseaban entregarlas", indicó el fiscal del caso.
Sin embargo, en medio de la discusión, uno de esos sacerdotes disparó en contra de uno de los patrulleros, lo que generó una fuerte lesión que hoy lo debate entre la vida y la muerte. El uniformado afectado fue identificado como Jesús Daniel Cortés y permanece en el Hospital de la Policía.
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Pese a que ambos sacerdotes fueron capturados por lo sucedido, ya fueron puestos en libertad, pues la detención se hizo en casa rural y ellos solo tenían permiso de ingresar a la iglesia. Siendo esto un error en el procedimiento, lo que permite que sean judicializados.
Ante este hecho, la orden de ministros se pronunció sobre lo sucedido y lamentó el accionar de estos dos sacerdotes que tienen en peligro de la vida de un hombre. Asimismo, se comprometieron en aportar cualquier cosa a las autoridades, que permita la captura correcta de estos hombres que siguen vinculados al proceso.
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