Las autoridades en Bogotá se encuentran en la búsqueda de un conductor que protagonizó un bochornoso episodio en el norte de la ciudad, cuando dos guardas de tránsito lo requirieron por tener su camioneta mal parqueada.
En un video, que es viral en redes sociales, se aprecia la manera en que de manera soez el conductor insultó a dos agentes de tránsito, que muy respetuosamente le solicitaron que moviera el vehículo pues causaba problemas de movilidad.
Hagámoslo famoso, tiene tanta plata que no tiene para pagar un parqueadero, no hay derecho que traten a una persona así, hay que hacer algo @ClaudiaLopez @NoticiasRCN @NoticiasCaracol @citytvnoticias @noctambulocity pic.twitter.com/gsLppIzSU0
— Christian Nicolas (@nikquimonte) October 27, 2022
En medio de la andanada, conductor agredió con palabras de grueso calibre a las jóvenes funcionarias que le pidieron que moviera el vehículo y montó en cólera cuando una de las agentes empezó a registrar lo que acontecía.
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"Malp... por eso es empleada. Vea en lo que ando. Malp... que le estás tomando foto, ¿no te dije que lo iba a mover? Hijuep... Por eso es que es pobre, yo ando en carro de 300 millones", declaró el intolerante.
La grosería del conductor no solo fue en contra de las guardas de tránsito, ya que además le gritó a un taxista que pasaba por el lugar y le pitó para que moviera el vehículo, que obstaculizaba la vía.
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En redes sociales, rápidamente, se ventiló la identidad del protagonista del nuevo escándalo tipo "usted no sabe quién soy yo", que han hecho carrera en Colombia. Se trata de un hombre que asegura ser piloto y tendría 28 años. En pocos minutos, después de que las imágenes empezaran a circular viralmente en Twitter, el protagonista del escándalo cerró todas las cuentas que tenía en redes sociales.
El Código Penal Colombiano contempla el delito de violencia contra servidor público, definido para castigar a quien ejerza violencia contra funcionarios, por razón de sus acciones o para obligarlo a ejecutar u omitir algún acto propio de su cargo o a realizar uno contrario a sus deberes oficiales. Esta violación de la ley podría dar de cuatro a ocho años de cárcel.