La denuncia del presidente Juan Manuel Santos sobre un aparente trasteo de votos para las elecciones del próximo domingo en Venezuela y la incautación de casi 400 toneladas de alimentos no aptos para el consumo, pero que serían distribuidos por colectivos chavistas en Venezuela, puso sobre la mesa una investigación a cargo de la Policía colombiana, la Fiscalía, la DEA, el Servicio de Aduanas de Estados Unidos y agencias mexicanas.
Las pesquisas se centran sobre una aparente red dedicada al lavado de activos para altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro.
La incautación de 15 contenedores de 40 pies con 25.200 cajas de alimentos como arroz, harinas, frijol, aceite, atún, pastas y lenteja en la zona franca La Candelaria de Cartagena, contaminados con gorgojo, se constituye en la primera evidencia de los indicios que hace meses siguen la trazabilidad de transacciones que corresponderían a una operación ilegal internacional.
Las autoridades indagan los vínculos de ese cargamento con el ciudadano venezolano Luis Francisco Sagarzazu Rodríguez, quien en entrevista con las autoridades habría aceptado ser el dueño de la mercancía y los 15 contenedores, así como las dos empresas encargadas de los mismos, con la estructura criminal que se investiga.
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Las compañías son Aurum Exim S.A.S, con domicilio fiscal en Bogotá y dedicada a la importación y exportación de productos alimenticios al por mayor, y Packing Pack S.A.S encargada de transformar los productos perecederos suministrados por la primera en kits alimenticios.
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Entramado de empresas
Detrás de Aurum Exim S.A.S. y Packing Pack S.A.S habría un entramado de casi 30 empresas, cinco de las cuales aparecen en un organigrama ya elaborado por las autoridades (donde se incluye el Group Gran Limited, mencionado por la ex fiscal Luisa Ortega), y en el que se incluye una estructura delincuencial de 6 niveles encabezada por un ex funcionario de las administraciones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Figuran además 9 personas más, incluido el cuestionado empresario de origen barranquillero pero con doble nacionalidad, Alex Saab, quien tiene residencia en Bogotá, Barranquilla y Caracas.
El objetivo y principal delito investigado sería el lavado de activos, operación que se llevaría a cabo principalmente a través de empresas constituidas en 6 países, a saber: Suiza, Panamá, Venezuela, Colombia, Dominica y las Islas Vírgenes Británicas.
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A ellas aparecen vinculados 11 socios de primer nivel, incluidos dos colombianos que tendrían vínculos familiares y de amistad con dirigentes políticos de izquierda en nuestro país. Son ellos Álvaro Pulido Vargas y Carlos Gutiérrez Robayo, relacionados respectivamente con Piedad Córdoba y Gustavo Petro, siendo este último concuñado de Gutiérrez Robayo.
A una de esas empresas (Trenaco), constituida en Europa y aún activa en Venezuela, le fue adjudicado un contrato de PDVSA sin experiencia en el negocio petrolero, a través de otra compañía identificada como Petromiranda. Eso ocurrió en la misma época en la que Carlos Gutiérrez Robayo aparecía en el Directorio de la firma.
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En el dossier completo, conocido por BLU Radio, aparecen bancos offshore, firmas de construcción y comercializadoras.
Duras críticas
El sistema CLAP venezolano es corrupto, mata niños y busca control social, aseguró en entrevista con BLU Radio el diputado opositor Carlos Paparoni.
“En Venezuela, consumir la leche importada desde México a través de los CLAP, ha causado la muerte de unos 14 niños”, denunció el legislador.
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“Esto es más allá de que existan simples gorgojoso insectos en la comida, sino que químicamente no está compuesta para consumir”, agregó.
Frente al tema del control social, Paparoni dijo que las elecciones en el vecino país “es simplemente un ejercicio para asegurar lo que es el acceso a la comida”.
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“El costo de una caja CLAP es otro problema porque una sola caja, calculando con precios extranjeros, vale unos 11 dólares pero el Gobierno las factura por 44 dólares cada una”, añadió el diputado.
Paparoni se refirió al caso de Alex Saab, quien tendría lazos con dirigentes de izquierda colombianos.
“Para el año 2010, Alex Saab era un empresario, su empresa hacía uniformes y material POP. No era una gran empresa. Creo que es uno de los empresarios más impresionante, podría decir, que del planeta. Pasó de vender uniformes a tener contratos por sumas aproximadas a 14.000 millones de dólares vinculadas a lo que es el plan de misión vivienda, petróleo y gas, así como alimentos. En ocho años ha hecho una fortuna que no ha hecho un empresario venezolano en más de una vida”, declaró Paparoni.
“Pulido Barrios es el gran socio de Alex Saab, filialmente es que está relacionado con la senadora Piedad Córdoba”, sostuvo el diputado.
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