La alcaldesa de Bogotá , Claudia López, confirmó que el patrullero herido este jueves en la Universidad Nacional fue inducido a un coma para proteger su estado neurológico por las graves lesiones que sufrió en el cuello y la mandíbula, tras ser impactado por una papa bomba en medio de los enfrentamientos que se registraron en horas de la tarde.
En diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales, la rectora de la Universidad Nacional , Dolly Montoya Castaño, se pronunció sobre estos actos violentos; aseguró que son encapuchados pagados y no estudiantes los que entran a las instalaciones de la institución. Además, contó que esto pasa cada jueves.
“Cada jueves aquí llega un grupo, no son más de 50 y todos pagados además, porque no conocen la universidad, no saben dónde queda nada (…) Porque no hay una sola arma dentro de la universidad”, puntualizó.
Según dijo, los encapuchados “irrumpen, pasan por encima de todo el mundo y terminan de vestirse al interior del campus”, ingresando los objetos con los que después atacan, como pólvora.
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“Ingresan (a la universidad) como cualquier persona y después se ponen las capuchas. Es tan difícil, así tuviéramos un Ejército no podríamos controlar; la universidad es de la Nación, pero no podemos evitar que entre la gente (…) No tenemos fuerza pública en la entrada”, explicó.
¿Llegó el momento de dejar entrar a la Policía (Esmad) a la universidad?
La rectora Montoya también respondió sobre una de las peticiones que hizo la alcaldesa Claudia López de dejar entrar a la Policía a las instalaciones de la universidad para poder controlar estos disturbios que, esta vez, terminaron con personas heridas.
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“La guerra no se resuelve con guerra. Nosotros insistimos en que nuestra comunidad es académica ilustrada y debemos procurar pasar es página de la guerra (…) Tenemos que sacar el debate de si la Policía entra o no entra, por un debate nacional de acuerdo de qué país queremos, eso es lo importante”, comentó.
En ese sentido, recalcó que respetan “la protesta pacífica, nunca la violenta” y por eso fue que ayer desalojaron los edificios: “Ya no estaban los estudiantes en el campus, pero sí los administrativos. Cinco de los funcionarios de la universidad fueron afectados y lamentamos lo de los dos patrulleros de la Policía. No hay derecho a que nuestro campus sea usado para la guerra”.