Un total de 536 familias embera, más de 1.500 personas, salieron del Parque Nacional de Bogotá luego de permanecer allí ocho meses. Según explicó Felipe Jiménez, secretario de Gobierno de la capital, esto significa que el 100 % de la población indígena ya regresó a su territorio o zonas de refugio establecidos.
“Tuvimos una operación humana gigante”, sostuvo. Ahora, esperan recuperar las zonas que resultaron afectadas, como áreas verdes, pues se talaron árboles que habrían sido usados como leña.
“Hubo un par de casos de tala de árboles, fueron denunciados por autoridades (…) Lo más seguro es que esa sea la causa: para leña”, mencionó.
Tras la salida de los embera, el parque quedó parcialmente afectado: basura, palos en el piso, cambuches destruidos y más; la recuperación estará a cargo de la Alcaldía de Bogotá con apoyo del Jardín Botánico.
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Así quedó el Parque Nacional
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