Han transcurrido 106 años desde aquel fatídico 31 de agosto de 1917, un día que quedaría grabado en la memoria deBogotá y sus alrededores.
En esa fecha, un sismo de magnitud estimada en 6,7 sacudió la tierra, dejando una huella indeleble en la capital colombiana.
Este terremoto, cuya magnitud fue deducida retrospectivamente por el Servicio Geológico Colombiano (SGC), no solo dejó su impacto en la ciudad, sino que también se erigió como el evento sísmico con mayores estragos en la historia de Bogotá.
Los registros históricos narran cómo este sismo transformó el paisaje urbano y humano en diversas regiones del país.
El SGC ha investigado exhaustivamente este evento y ha concluido que los daños generados fueron extraordinarios. En el epicentro del sismo, se contabilizaron 22 personas fallecidas y 35 heridas.
Sin embargo, el alcance de la tragedia se extendió más allá, afectando a 26 poblaciones en los departamentos de Meta y Cundinamarca.
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En Villavicencio, el panorama fue desolador. La mayoría de las edificaciones sufrieron daños considerables, algunas incluso colapsaron.
Sin embargo, la historia sísmica de Bogotá no se limita a este devastador episodio.
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A lo largo de los años, otros seis sismos han dejado su huella en la ciudad, aunque sus epicentros no se localizaran en la capital. Los años 1644, 1743, 1785, 1826, 1827 y 1966 registraron movimientos telúricos de importancia que repercutieron fuertemente en la ciudad.
En medio de los cambios y desafíos actuales, surge una pregunta recurrente: ¿Podría un sismo de considerable magnitud tener efectos devastadores en Bogotá?
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La sismología ofrece una pauta al respecto: donde un sismo ha ocurrido o ha causado daños superficiales, existe la probabilidad de que se repita.
#VideoBlu ¿Podría ocurrir un terremoto en Bogotá? El Servicio Geológico Colombiano explica.
— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) September 1, 2023
Informa @Richiperiodista pic.twitter.com/dSs0EffgZ3
Es crucial entender que, aunque los sismos no puedan predecirse científicamente en términos de cuándo, dónde y con qué magnitud ocurrirán, sí se puede abordar su amenaza a través de la preparación y la mitigación.
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Considerando los recientes eventos sísmicos en el centro del país, es imperativo que los ciudadanos, las instituciones y las autoridades estén preparados para responder ante la eventualidad de un sismo fuerte.
La historia de Bogotá y su relación con los sismos nos recuerda que la preparación y la concienciación son fundamentales para afrontar los desafíos naturales.
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