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El hombre que causó la muerte de joven en TransMilenio confesó su crimen en una llamada interceptada

Autoridades buscan a las otras personas que acompañaban al hombre que causó la muerte del menor. El capturado se expone a casi 60 años de cárcel.

Gustavo Adolfo Agámez, asesino del joven en TransMilenio
Gustavo Adolfo Agámez, asesino del joven en TransMilenio
Foto: Noticias Caracol

Gustavo Adolfo Agámez es el hombre señalado de causar la muerte de Juan Esteban Álzate, menor de edad al que hirió con un arma blanca en medio de un viaje de TransMilenio, todo porque el menor habría pisado accidentalmente a una persona. Gustavo ya se encuentra retenido en una cárcel de Montería tras haber negado su responsabilidad en el crimen, pese a que se lo reconoció a su padre a través de una llamada telefónica.

Según un informe de Noticias Caracol, Agámez ya se encuentra retenido y fue enviado por un juez de control de garantías a una cárcel de la capital de Córdoba, donde fue capturado mientras huía tras el asesinato de Juan Esteban y se expone a una pena de hasta 58 años de cárcel.

Todo gracias a las evidencias en video que tienen las autoridades, grabaciones que fueron registradas por cámaras de seguridad del bus en el que se presentó la situación.

En esos videos se evidencia como Gustavo Adolfo, quien causó la muerte de Juan Esteban, se encontraba en el bus con una mujer y un niño de brazos.

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La situación se desató luego de que el joven pisara por accidente a un hombre de capota naranja, con quien se desató una discusión porque este último quería que Juan Esteban le pidiera disculpas y hasta se arrodillara.

Ante la negativa del menor, se desató una pelea en la que se incluyó Gustavo Adolfo con un cuchillo, causándole una herida mortal en la altura del pecho de Juan Esteban.

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Tras esta situación, los agresores salieron del bus y escaparon, pese a que un auxiliar de policía intentó capturar al hombre de la capota naranja.

Aunque Agámez no aceptó su responsabilidad, con las evidencias suficientes que lo culpan, hay una llamada telefónica que sostuvo con su padre, comunicación en la que sí aceptaba su culpabilidad.

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