Blu Radio conoció el testimonio de Jimena, una docente de un colegio en el norte de Bogotá que cuenta que dos de sus estudiantes que ingresaron a clases después de 30 minutos de descanso empezaron a tener extraños comportamientos e, incluso, alteraciones en su salud.
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“Mareos, vómito y estuvieron un poquito somnolientos”, explicó la profesora, quien relató que al preguntarles a los menores qué habían consumido afirmaron que prepararon una mezcla con “gaseosa, jarabe para la tos y dulces”.
La pregunta que le surgió entonces a la docente fue qué tipo de jarabe compran los jóvenes para combinarlo con otros químicos.
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Al respecto, según la toxicóloga Diana Pava, explicó que “la normatividad exige que los derivados de hidrocodina deben ser formulados y vendidos bajo prescripción médica. La mayoría de jarabes para la tos puede tener esta sustancia derivada, que son opioides, pero hay otros que no lo traen”.
Tras conocer el caso, la Policía pidió a padres de familia revisar las páginas web a las que acceden sus hijos, así como los medicamentos que consumen dentro y fuera de casa.
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