El barrio Santa Fe, antes del Bogotazo, era el sector de las mansiones en la capital del país y en ese momento fue el símbolo de la pujanza de los “cachacos”. En la actualidad, los comerciantes de los locales de la zona se quejan por la invasión de venezolanos.
Denuncian que, en horas de la noche, venden licor sin ningún tipo de control en las calles y algunas mujeres se dedican a la prostitución.
“Venden en cada esquina licor y las niñas ejercen la prostitución en las esquinas y puertas de las esquinas por 10 y 20 mil pesos, generando inseguridad porque algunos se dedican hasta a robar”, dijo uno de los propietarios de una casa de lenocinio en entrevista con Mañanas BLU.
Agregó que el caso ya fue puesto en conocimiento de la Personería de Bogotá y la Policía.
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“Ninguna autoridad nos ha puesto atención a esta problemática”, manifestó el denunciante, quien además indicó que estas mujeres venezolanas no cuentan con controles médicos necesarios, lo cual podría generar una emergencia sanitaria.
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