Ante la juez 22 de conocimiento de Bogotá, la Fiscalía acusó formalmente Miguel Camilo Parra por supuestamente atacar con un hacha a su expareja sentimental Ángela Ferro , el pasado 17 de octubre en el norte de Bogotá.
La Fiscalía lo llamó a juicio como presunto responsable del delito de feminicidio en grado de tentativa.
Según la fiscal del caso, Ángela Ferro y Parra sostuvieron una relación durante cinco meses y se encontraron ese 17 de octubre para finiquitar algunos aspectos de la convivencia y fue cuando sucedió el ataque.
Estaban tomando algunas bebidas embriagantes y dialogando de los últimos aspectos por finiquitar de la relación y comunicarle que ya tenía una nueva residencia, cuando en medio de la conversación surgió una discusión y Miguel Camilo Parra tomó un hacha de las que coleccionaba y con ese elemento hirió a Ángela Ferro en diferentes partes del cuerpo, cuando el niño (hijo de Ferro) salió del cuarto a ver qué pasaba, Parra subió con el hacha en la mano y le dijo que no pasaba nada encerrándolo en la habitación. Posteriormente, el niño logró salir de la habitación y se encontró a su madre completamente ensangrentada e inconsciente y Miguel Camilo Parra lo amenazó diciéndole que sí le contaba a alguien también lo lesionaría con el mismo elemento
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Por los hechos lo llamaron a juicio como presunto responsable del delito de feminicidio en grado de tentativa, cargo por el que Parra se declaró inocente.
El 29 de octubre, la juez 69 de garantías de Bogotá envió a la cárcel a Miguel Camilo Parra por representar un peligro para la comunidad y para la víctima y, además, por riesgo de fuga.
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“El uso inmisericorde de un arma poco convencional. Escenario dantesco y que da cuenta de la intensidad del dolo, un alto grado de insensibilidad social o de falta de respeto hacia sus congéneres, de inusual indolencia, crueldad, e indiferencia hacia la que fuese su compañera sentimental a la que hasta hace poco decía amar, adorar e idolatrar. La modalidad es dolosa”, dijo la juez.
El abogado de Parra había solicitado que de darle una medida de aseguramiento fuera domiciliaria argumentando que él, tres días después del ataque, envió una carta a la Fiscalía preguntando si había orden de captura en su contra y solicitando una entrevista para que su cliente contara los pormenores de los hechos. Incluso, dijo el abogado, su cliente nunca tuvo intención de huir.
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