En medio de la crisis migratoria que vive el municipio de Necoclí , en el Urabá antioqueño, donde se encuentran más de 10.000 migrantes a la espera de poder cruzar por el Tapón del Darién, Doña Nelva, una habitante de esa localidad, abre las puertas de su casa para que venezolanos puedan cocinar, recoger agua y hasta cargar sus celulares.
"Yo sé que es duro lo que ellos -los migrantes- están haciendo. Están pasando por situación dura, entonces yo les hago el favor de que ellos vengan y cocinen su alimento, porque necesitan su alimentación para poder salir más y llegar a su sitio final. Entonces eso es lo que yo lo hago con mucha fe y con mucho, corazón", contó doña Nelva a Blu Radio.
"No les cobro nada porque yo sé que es duro lo que ellos están haciendo, van a un sitio que es duro, entonces yo, porque tengo hijos también, lo hago de buen corazón. Yo no lo hago de mala fe, lo hago de buen corazón, no les cobro un peso, no les cobro nada para que ellos sigan adelante", añade Melva.
En Necoclí, una familia brinda ayuda con la Casa de Maíta (casa de la madre para los venezolanos) a los migrantes sin esperar nada a cambio, permitiéndoles cocinar, recoger agua, guardar maletas o hasta recargar los celulares. Informa @Duvanandvasquez. pic.twitter.com/zK3yDIa3OD
— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) October 12, 2022
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Pese a su buen corazón, la acción de doña Nelva tiene limitantes como el agua, que escasea en ese municipio del Urabá antioqueño.
"Llevamos más de mes sin agua potable, no tenemos agua para nada. Nosotros necesitamos también que nos colaboren con eso del agua, que estamos graves, si hubiera más agua yo les daba ellos para que se bañaran, porque vienen muchos necesitando agua para bañarse y se las niego, porque en realidad no hay. Ellos saben que si hubiera agua, yo se las daba igualmente", afirma esta antioqueña de buen corazón.
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Mientras doña Nelva recibe a migrantes venezolanos, el personero de Necoclí, Wilfredo Menco, confirmó a Blu Radio que este jueves comenzarán a ser trasladados , desde el malecón hacia albergues, al menos 3.000 migrantes que incluso han dormido en la playa con niños de brazos .
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