Con ropa y algunas pertenencias empacadas en costales, decenas de campesinos de las veredas Chontaduro y Murrapal de Ituango emprendieron una travesía de casi cinco horas a pie para abandonar cuanto antes el territorio donde el Clan del Golfo y las disidencias del frente 18 de las Farc se enfrentarán.
Las familias tienen que caminar en botas en medio de las trochas porque los recientes aguaceros causaron derrumbes que tienen bloqueadas las vías y accesos, por lo que ya no hay transporte veredal.
Así es el drama de las comunidades rurales en Ituango. Ante la falta de transporte y vías bloqueadas por derrumbes, campesinos de las veredas Chontaduro y Murrapal se desplazan a pie ante amenazas de grupos armados. A la cabecera ya han llegado 790 desplazados. #Vocesysonidos pic.twitter.com/Jkc48d7xk0
— Blu Antioquia (@BLUAntioquia) July 23, 2021
Sin embargo, algunos buses escaleras con pobladores del corregimiento La Granja y la vereda El Mandarino alcanzaron a ingresar, por lo que ya son 1.265 personas desplazadas, es decir, 492 familias campesinas que sufren este dramático flagelo del conflicto armado.
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El gobernador encargado de Antioquia, Luis Fernando Suárez, aseguró que la fuerza pública ya está en las diez veredas intimidadas para garantizar el retorno.
La comunidad de #Ituango no está sola. El Gobierno de Antioquia y toda la institucionalidad atienden situación de orden público y afectaciones generadas por las fuertes lluvias de las últimas horas. UNIDOS por nuestra gente. https://t.co/PiGr0uknxD
— Luis Fernando Suárez Vélez (@LuisFSuarezV) July 23, 2021
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Óscar Yesid Zapata, vocero del Proceso Social de Garantías, responsabilizó al Estado por la falta de anticipación a esta crisis, pues ya se había advertido desde hace meses.
"El escenario de riesgo de estas comunidades siempre ha estado latente, siempre se ha advertido la situación de lo que está pasando. No hubo acciones de prevención del Estado colombiano, por lo tanto hay una omisión directa, sistemática y generalizada del Gobierno Nacional con respecto a esto", añadió el defensor de derechos humanos.
La mayoría de las familias desplazadas, conformadas con cientos de niños, está en un albergue adecuado en la escuela Juan XXIII, mientras que otra parte busca refugio donde parientes o amigos en la cabecera urbana.