Cientos de personas de los municipios de Remedios y Segovia, Antioquia, le dieron el último adiós al niño Maximiliano Tabares Caro de seis años, quien murió luego de un ritual satánico donde su mamá participó para hallar una mina de oro.
Con el corazón "arrugado", lágrimas en sus ojos y con sed de justicia, se observó a quienes acompañaron y rechazaron lo que ocurrió con el pequeño, que por culpa de la ambición por el oro una secta satánica donde estaba su propia madre, le arrebató la vida
Las honras fúnebres se adelantó en el cementerio de Segovia, previo hubo una caravana donde grandes y chicos tenían camisetas con la imagen de Maximiliano, globos blancos y pancartas que decían : “No más”.
Mientras un grupo de compañeros de colegio cantaban pidiendo que cese la violencia contra los niños, el padre que precedió la misa aseguró que Maximiliano se volverá en el salvador de los demás menores que viven en esta población del Nordeste de Antioquia.
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“Ese angelito será quien cuide a los demás niños de Segovia, será quien los defiende desde el cielo”, afirmó.
Berta Ines Bernal Isaza, familiar de Maximiliano, afirmó que descansa el alma y que simplemente espera que quienes cometieron este acto atroz en contra del pequeño paguen.
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"Quienes tuvieron la fortuna de conocer en sus seis años de edad a Maximiliano afirmaron que era un niño destacado en su barrio en Remedios señalaron que es: “un caso muy horrible el que se vivió, diría que único de un pequeño que no era si no alegría…() Era feliz, alegre, muy divertido”, aseguró.
El gobernador de Antioquia, Anibal Gaviria, que acompañó las exequias expresó su solidaridad a la señora María del Carmen Tabares, abuela paterna del niño, y a la comunidad en general, destacó la importancia de la solidaridad que este caso ha despertado.
“Una tragedia de estas, tan dolorosa, tan impactante, es más posible sobrellevarla como familia y como comunidad en la medida en que haya solidaridad, es decir, que nos acompañemos unos a otros. Por eso quiero agradecer ese gesto tan bonito de todos los presentes”, resaltó.
El gobernador expresó que la comunidad no debe dejarse llevar por la indiferencia, pues es la que permite que se produzca la impunidad y la repetición de los abusos, la repetición de los delitos, no se puede ser indiferente: "Como comunidad tenemos una responsabilidad, no solamente de los gobernantes o de la fuerza pública, sino de todos. Somos todos corresponsables de los otros. De nuestra familia humana".
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Finalmente, agradeció a las autoridades su actuación en este caso, que calificó como una respuesta rápida y contundente. “Producido el hecho doloroso de la desaparición del niño, se avanzó en la investigación y de ahí la Fiscalía, el CTI, la Policía y el Ejército, la Alcaldía, la Gobernación y la comunidad, produjo la captura de los presuntos responsables y luego el hallazgo doloroso del cuerpo de Maximialiano. Es un crimen que no quedará impune, y que mostró la fortaleza de las instituciones. Y se debe seguir actuando así”, concluyó.
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