Unos 250 indígenas, entre ellos, niños y madres gestantes, se asentaron en la entrada de un colegio público en Medellín en el sector de Niquitao, exigiendo una atención inmediata por parte de la administración municipal por presuntos incumplimientos a esta comunidad proveniente del departamento del Chocó.
Ellos hacen parte de los indígenas que hace algunas semanas atrás se tomaron la Alcaldía de Medellín, donde hubo disturbios y fueron ubicados en el Coliseo Carlos Mauro Hoyos, mientras se llegaba a un acuerdo por las denuncias de utilización de esta comunidad para ejercer la mendicidad en algunos sectores del barrio el Poblado como Provenza y Parque Lleras.
“Queremos que nos ayuden para poder trabajar mientras regresamos a los territorios, no nos dejan ir a pedir ayudas”, relató uno de los indígenas.
La afectación es para unos 360 estudiantes del colegio Héctor Abad Gómez, en la zona céntrica de la ciudad, que no pueden ingresar a las aulas porque los indígenas están con colchonetas, cambuches, ropa y entre otros alimentos, impidiendo la entrada a la institución.
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“Esta situación ha generado problemas de salubridad, algunos padres de familia tienen susto por los problemas de salud y no envían a los estudiantes porque se ha identificado problemas respiratorios”, aseguró el coordinador Jorge Ramirez.
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En la comunidad indígena hay 150 niños y 16 madres gestantes. Uno de los menores de edad tuvo problemas respiratorios y fue atendido en centro asistencial, por lo que piden les ayuden comida colchones y subsistir en los próximos días.
En medio del trabajo conjunto entre la alcaldía y la personería de Medellín, se prevé que a finales del mes de mayo más de 850 indígenas indígenas retornen a sus territorios en el departamento de Chocó.
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