A través de la resolución 146 de 2021, la Universidad Nacional suspendió el primer semestre académico de este año pues por la situación de orden público las clases no avanzaron, principalmente en Medellín, Manizales, Palmira y en algunas Facultades de la sede Bogotá.
Los docentes que quieran continuar con las actividades podrán pedir una autorización a los decanos correspondientes.
En el caso de Medellín, por ejemplo, al menos 1.600 estudiantes de posgrado. Sin embargo, el futuro de los pregrados es incierto, pues ha estado en un 90% frenado.
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“Hemos hecho muchos llamados para tratar de demostrarles y discutir con ellos, que la universidad puede seguir pensando y discutiendo sobre el país y sobre lo que debe hacer el país, pero funcionando esto, pero su postura es que ellos deben seguir en las calles protestando”, dijo Juan Camilo Restrepo, vicerrector de la sede Medellín.
De acuerdo con el funcionario, si bien esperan que las clases retomen el 26 de julio, decidieron no incluirla en la resolución porque están pendientes también de los anuncios del Comité Nacional del Paro programados para el 20 de ese mes.
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“El mayor riesgo en el que estamos es posiblemente el sacrificio del semestre 2021-2, porque la suspensión significa que la Universidad Nacional de Colombia va a terminar el semestre 2021-1 cuando ellos de alguna manera decían retornar a clases, pero pero la universidad está dispuesta empezar obviamente cuando haya una disposición de los estudiantes y de la asamblea”, agregó Restrepo.
Las sedes de Amazonía, Orinoquía, Tumaco, Caribe y de La Paz, podrán continuar con sus agendas; pero se enfrentan a un problema por el retraso en los demás espacios.
"Muchos de esos estudiantes de esas sedes también son parte de las sedes grandes y ahora no podrán desplazarse o regresar porque no iniciará a tiempo el semestre 2021-2", aseveró
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