Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Una tutela posibilitó la construcción de un colegio en zona de riesgo en Murindó, Urabá antioqueño

31 años después, una obra de infraestructura vuelve a levantarse en Murindó, un mega colegio con 8 aulas, un restaurante y se prevé una eventual inundación.

COLEGIO MURINDÓ -GOBERNACIÓN DE ANTIOQUIA.jpeg
Colegio construido en Murindó, Antioquia.
Foto: Gobernación de Antioquia

Un fallo de tutela posibilitó, después de 31 años, la construcción de una obra de infraestructura en el municipio de Murindó, uno de los territorios más alejados y humildes del departamento de Antioquia .

Esta institución está ubicada en una de las márgenes del Río Atrato, un territorio que fue golpeado por un terremoto en 1992 y que no solo soporta el peso de esa historia, sino también las permanentes inundaciones que provocan el invierno y el río.

Leidy Ramos, profesora de la Institución Educativa del pueblo, vio paso a paso cómo el antiguo colegio era comido por la humedad y la podredumbre: “En toda inundación teníamos que parar las clases porque se nos montaba el río, era de madera, el piso era bajito, las aulas estaban deterioradas, se cayó la biblioteca”, contó.

Esta obra, un Mega colegio con 8 aulas, tiene además un restaurante y características de diseño que prevén una eventual inundación

Publicidad

“La altura es estudiada para que no haya posibilidad según los análisis técnicos de que una inundación supere el piso de la institución educativa”, aseguró Aníbal Gaviria, gobernador de Antioquia.

Esta obra constituye un hito constitucional para el país; por estar en zona de riesgo, cualquier inversión pública podría constituir un detrimento patrimonial, pero un fallo de tutela permitió a la Gobernación de Antioquia invertir más de 3.000 millones de pesos.

Publicidad

“No podemos dejar comunidades supeditadas a que no se construya por ese riesgo, sino que la ley y la constitución brinda esos mecanismos efectivos”, relató Gustavo Murillo, Juez Promiscuo municipal de Murindó.

Los más de 400 estudiantes murindoseños están felices por estrenar tableros, pupitres y otros elementos esenciales para su jornada académica.

Este apartado territorio espera el desarrollo de la segunda fase del colegio y la reubicación del municipio, promesa del Gobierno nacional por el cual han esperado 31 años.

Le puede interesar:

Publicidad

  • Publicidad

Publicidad