Desde la comuna 14, El Poblado, hasta el barrio Niquitao, corrió, con las esposas puestas, corrió una mujer indígena a quien la Policía pretendía trasladar a un CTP tras agredir a una patrullera de la Policía, en medio de un operativo de control a la mendicidad que se adelantaba en esta zona rosa de la ciudad, lo que desencadenó una asonada en contra de la fuerza pública por parte de esta población.
Ante la imposibilidad de quitárselas por sus propios medios, la comunidad pidió ayuda a la Personería de Medellín que debió mediar, no solo para que le retiraran este elemento de seguridad, sino también para que se garanticen los derechos de esta población.
"La Personería de Medellín, a través de la Unidad Permanente de DDHH. y el Grupo de Asuntos Étnicos, Migrantes y Refugiados, se vio en la necesidad de mediar obteniendo como resultado un acuerdo de acompañamiento permanente en los procedimientos policiales, a su vez, la permanencia en la mesa de mendicidad para trabajar en el retorno de esta población" aseguró Sonia Inés Peña Rentería, líder del Grupo de Asuntos Étnicos, Migrantes y Refugiados de la Personería de Medellín.
Tras la mediación de la Personería, las esposas y unos grilletes que se encontraban en poder de la mujer fueron retirados y devueltos a la policía, quien denunciará a la indígena por agresión a servidor público.
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