En el Bajo Cauca antioqueño fueron suspendidos los operativos de destrucción de maquinaria de los pequeños mineros informales a pesar de que era la línea roja del Gobierno nacional. La fuerza pública ha frenado esas acciones mientras avanza el cumplimiento de los acuerdos que levantaron el paro minero de 34 días.
En Caucasia y el resto del Bajo Cauca se revive poco a poco su economía que en un 90% es minera después de un paro que paralizó a toda una región.
La línea roja entre los mineros y el Gobierno nacional era el decreto 2250 que ordena la destrucción de toda la maquinaria amarilla de la minería ilegal en el país. Mientras que los primeros pedían que se suspendiera para negociar, los segundos dieron un rotundo no e, incluso, quemaron decenas de dragones brasileños y otras maquinarias en medio del paro que duró 34 días.
Sin embargo, el panorama cambió luego de los acuerdos porque, si bien no quedó escrito, los operativos de la fuerza pública se han frenado en el Bajo Cauca y después del fin del paro no se han quemado sus maquinarias como retroexcavadoras, volquetas y hasta motobombas en una especie de acuerdo tácito mientras se avanza en la caracterización de los cerca de 3.900 pequeños y medianos mineros informales, como reveló Saúl Bedoya, vocero de esos mineros informales, quien advirtió que regresan esos operativos sin que se cumpla lo pactado, podrían volver las manifestaciones.
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“Se sobreentiende el actuar de las partes, en nosotros suspender la protesta y el Gobierno actuar en pro de lo solicitado, sin haber nada escrito, habido una voluntad y el Bajo Cauca no ha sido tocado por los operativos”, afirmó.
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Al ser cuestionado por el freno de esos operativos, el gobernador Aníbal Gaviria no desmintió y agregó que los acuerdos fueron con el Gobierno nacional.
“Esa pregunta se la tiene que hacer quienes hicieron el acuerdo y el Gobierno nacional, es una pregunta que tiene ese destinatario”, aseveró el mandatario seccional.
La caracterización de la población minera es unos de los primeros acuerdos a cumplir y se ha avanzado en más del 35%. Sin embargo, ese proceso tardará un poco más de lo planeado, de acuerdo con el alcalde de Caucasia, Jefferson Sarmiento Ortiz.
“Golpearon el negocio de restaurante, el de los bares, la misma compra de oro, eso fue una parálisis total”, reveló el mandatario local.
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El seguimiento a estos acuerdos y el distrito minero hace parte de todo un laboratorio de vida para el Bajo Cauca antioqueño, que es un espacio para la ejecución de 91 proyectos priorizados en la región con más de 189.000 millones de pesos dispuestos por la Gobernación de Antioquia con el ánimo de reactivar la economía, la infraestructura y todos los ámbitos sociales del territorio que se ha visto tan golpeado.
“Ese laboratorio de vida es una ruta para llegar al objetivo, que la región del Bajo Cauca que se puso en el marco de la agenda 2040 en convertirse en una región de vida”, destacó el gobernador Gaviria.
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Precisamente, el gobernador continuará en un recorrido por otros municipios del Bajo Cauca este viernes y sábado para anunciar millonarias inversiones en materia de vías terciarias, infraestructura hospitalaria y deportiva.
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