No paran los enfrentamientos entre grupos armados ilegales, especialmente ELN y Clnadel Golfo, que hacen siembra de minas antipersonal en el municipio de Murindó, donde están ubicadas varias comunidades indígenas que siguen confinadas.
Las familias de las comunidades indígenas temen ser víctimas de más minas, como le sucedió a un guardia indígena que por ayudar a una mujer, murió al pisar una mina antipersonal. Y hace algunas semanas una joven indígena y a su bebé un artefacto les arrebató la vida.
“Y la situación es de muy alto riesgo porque la siembra indiscriminada de minas antipersona por parte del ELN Y las AGC”, dijo Óscar Yesid Zapata, Defensor de Derechos Humanos insiste en la presencia institucional.
La Organización Indígena de Antioquia informó que ya son 10 los indígenas que han muerto en casos similares. El defensor indicó que las comunidades atraviesan momentos de alto riesgo.
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“Por posible juego cruzado, entre los diferentes actores armados que hacen presencia en la zona”, agregó.
Se ha denunciado que por el confinamiento y la instalación de minas antipersonal, estas comunidades estarían pasando hambre.