Tras una gestión ante el Ministerio de Salud, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) logró que los empleados del sector funerario pasaran de la etapa 4 a la 3 en el Plan Nacional de Vacunación. Sin embargo, la preocupación del gremio es que solo serán priorizados los perfiles técnicos.
Allí ingresarían unos 300 trabajadores, como embaladores de cadáveres, operarios de hornos inhumadores y transportadores, pero quedarían en riesgo los restantes 800 de los 1.100 empleados que tienen las 66 funerarias del Valle de Aburrá.
De acuerdo con Fernando Arango, gerente de la Funeraria San Vicente y presidente del sector funerario de Fenalco Antioquia, hay otro personal logístico y hasta de mensajería que está en riesgo porque tiene contacto directo con los centros hospitalarios o los familiares de las víctimas de COVID-19.
Por lo que espera que se pueda vacunar en la tercera etapa a por lo menos un 45% de todo el personal.
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Esta petición se hace por un riesgo que siente el sector funerario, debido a que ya alrededor de un 15% se ha contagiado y tres personas han fallecidos: dos empleados y un empresario.
Pues tuvimos un grupo de colaboradores, un perfil de personas que está en contacto permanentemente con casos COVID. Ellos son los encargados de manipular el cuerpo porque los hermetizan y los transportan a los hornos crematorios desde los hospitales, clínicas, centros de salud, de las casas, asilos
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Carlos Ospina, gerente de la Funeraria Campos de Paz, sostuvo que los operarios de los hornos también requieren la inmunización, así como el personal de asistencia familiar.
"Esos muchachos están de cara a la enfermedad, los que son los operarios de los hornos, la gente que atienden las familias, porque no es solo la persona que fallece sino que en muchos núcleos familiares también hay dos o tres personas que pueden estar enfermas y asintomáticos, pero el personal tiene que estar con ellos y atenderlos", manifestó el directivo.