En la emboscada de la vereda Santa Lucía en Ituango fueron asesinados el capitán John Fredy Pedraza de Bogotá; el cabo segundo Andrés Caño de Cali y los soldados profesionales Dairo Ocampo Arcila y Luis Pérez, ambos radicados en Medellín.
Mientras esperan la entrega de los cuerpos para que las familias den cristiana sepultura, Daniela Álvarez, esposa del soldado Pérez, contó que el militar deja su pequeño hijo de 2 años que nació en medio de los siete años de matrimonio.
Ambos vivían en el barrio La Milagrosa de Medellín, donde también están sus padres a quienes cuidaba y velaba por ellos. Era el tercero de cinco hermanos y tenía 27 años, de los cuales cinco ha estado en el Ejército.
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Sin embargo, la señora Daniela sostuvo que ella no quería que siguiera en el Ejército, pero él amaba ser soldado.
“Él siempre quiso al Ejército. Yo lo apoyé hasta el último minuto aunque yo no estaba de acuerdo, porque de todas maneras uno como esposa siempre va a querer lo que sea bueno para él. Murió en su ley, estaba contento y él decía que le gustaba el Ejército”, sostuvo.
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Su esposa, de todos modos, destacó al soldado Pérez como un hombre que velaba por el bienestar de los suyos.
“Él era una gran persona, siempre se destacó por ser humilde, trabajador, responsable y siempre quería el bien para todo el mundo”, manifestó.
Al final de la tarde de este lunes, los familiares recibirán el cuerpo del militar para darle el último adiós a este héroe de la patria.
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