Petro pidió a miembros de bandas ilegales en Medellín dejar armas y ser jóvenes en paz

A propósito del inicio de las negociaciones con miras a un eventual sometimiento a la justicia, el presidente Gustavo Petro invitó a los jóvenes que integran estas organizaciones dejar sus armas e ingresar al programa jóvenes en paz.

Se estima que entre 12.000 y 18.000 personas conforman los casi 500 grupos delincuenciales que existen en el Valle de Aburrá. De ellos muchos son jóvenes que, ante la falta de oportunidades, deciden hacer parte de estas organizaciones.

Es a ellos a quienes precisamente el presidente de la República les habló a través de su cuenta de Twitter donde escribió lo siguiente:

“La posibilidad de llegar a una Medellín completamente en paz se abre paso. Quiero que los jóvenes que hoy integran las bandas en las comunas populares en Medellín y en los barrios de los municipios de Valle de Aburrá, pasen al programa jóvenes en paz, una renta ciudadana a cambio de educarse. Un tema a tratarse en la mesa socio jurídica que se abre entre los jefes de bandas en la cárcel de Itagüí.”

Luis Fernando Quijano, defensor de los Derechos Humanos en el Valle de Aburrá, dice que es evidente la disminución en los homicidios y es una muestra clara de la voluntad de paz de las bandas criminales.

"En Medellín son 24 muertes violentas menos que en igual periodo del año pasado. En el Valle de Aburrá también ha habido varios días sin homicidios. Digamos que este proceso de acercamiento ha dejado cosas interesantes. Lo que se espera a partir de hoy es que sea mucho más lo que se genere en el tema de paz", expresó Fernando Quijano, defensor de Derechos Humanos en Medellín.

En los 10 municipios del Valle de Aburrá delitos como el hurto a personas registran una reducción del 26 %, el homicidio del 11 % y las lesiones personales del 19 %. Solo en Medellín se registra una reducción del 12 % en los homicidios, con 138 casos. Sin embargo, las autoridades desestiman que la reducción de delitos esté asociada a un pacto entre las bandas.

Tras la instalación de la mesa de diálogos, se espera que los 16 cabecillas que harán parte de la mesa se reúnan cada quince días con los delegados del Gobierno.