La Defensoría del Pueblo alertó un aumento significativo en el número de personas migrantes que llegan a la región del Urabá para posteriormente cruzar el Tapón del Darién con el objetivo de llegar a Estados Unidos o a otros países de Centroamérica buscando una mejor calidad de vida.
La mayoría de extranjeros son venezolanos que llegan al Urabá en busca del sueño americano, pues es un paso obligado para continuar hacia la frontera panameña.
Según la Personería de Necoclí, Antioquia, el riesgo de una crisis humanitaria está latente como cuando empezaron a represarse haitianos, pues ahora diariamente arriban 2.000 migrantes, pero solo pueden viajar 1.000 al día en las lanchas hacia Acandí (Chocó).
Algunos extranjeros se hospedaron en establecimientos de Necoclí, pero la mayoría armaron cambuches en las playas y viven en condiciones de mendicidad, lo que está ocasionando problemas de convivencia, según el personero de ese municipio, Wilfrido Menco.
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“Otros si se quedan en la playa en situación de mendicidad, entonces eso genera alta inseguridad acá en el municipio porque han aumentado los hurtos y los problemas de convivencia, por la llegada de estás personas al territorio”, puntualizó.
El representante del Ministerio Público aseguró que el mayor temor de las autoridades de Necoclí es que con esa llegada masiva, nuevamente sea cerrada la frontera con Panamá y los migrantes se empiezan a represar en cantidades como ocurrió hace unos meses cuando llegaron a tener en las playas hasta 22.000 extranjeros hacinados.
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