Paro armado en Nariño y Argelia, en Antioquia, serían represalias del Clan de Oriente

Exigiendo a las autoridades retomar el control de los municipios de Argelia y Nariño, en el oriente antioqueño, varias personas llegaron hasta las afueras de la Gobernación de Antioquia , acompañados de pitos y carteleras donde se leía que lanzaron un SOS por los mencionados municipios.

Entre los manifestantes se encontraba Paula Andrea Escobar, quien vive en Medellín pero nació en Nariño, Antioquia, y quien le contó a Blu Radio que sus familiares "no pueden salir a trabajar, ni abrir el comercio" y que "tampoco pueden movilizarse por el pueblo o las carreteras, lo que es gravísimo porque no va a entrar alimento, turismo y la economía va a caer".

Y es que han transcurrido tres días desde que circuló un mensaje en redes sociales, firmado supuestamente por alias 'Camilo', del Clan de Oriente, anunciando un paro armado, y la situación sigue igual a pesar de que la fuerza pública redobló su presencia en ambos territorios.

"En el pasado hubo una violencia bien fuerte cuando estuvo 'Karina', y ahorita el Estado no hace presencia y la gente se va desordenando", indicó, por su parte, Jhon Jairo Escobar, otro de los manifestantes.

Además, tras encabezar un consejo de seguridad, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, se desplazó hasta la subregión del oriente acompañado por altos mandos militares, para ponerse al frente de la situación de orden público en estos dos municipios donde, al parecer, el Clan de Oriente habría declarado un paro armado en represalia a la destitución de una maquinaria amarilla que le pertenecería a este grupo y varias capturas.

"Pareciera que las acciones de constreñimiento contra la población civil realizadas por este grupo delincuencial en Nariño y Argelia, obedecen a los golpes que les ha dado la fuerza pública, entre ellos la destrucción de una maquinaria amarilla utilizada para minería ilegal", señaló Gaviria.

Las autoridades insisten a los habitantes de ambos municipios a confiar en la fuerza pública para retomar sus actividades diarias y denunciar, de inmediato, cualquier hecho que altere el orden público.

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