Papa Francisco le respondió a niña de Rionegro, Antioquia, que le escribió una carta

Como un milagroso mensaje recibieron en la familia Marín Urrego la carta de respuesta a nombre del papa Francisco para la pequeña María Belén, de 7 años, en el municipio de Rionegro, Antioquia .

Esta historia comenzó desde el año pasado, cuando la niña hizo su primera comunión y dijo que quería escribirle una misiva al Santo Padre. Pero en septiembre pasado, Carlos Ortiz, un sacerdote amigo de la familia, hizo un viaje a Roma y aprovecharon para que su pequeña le enviara su mensaje al Sumo Pontífice en el Vaticano en el que le dice que ya hizo su primera comunión, con una foto adjunta con sus padres, y que Santa María Goretti le ha ayudado a amar mucho más a Jesús. Además, que lo quiere mucho y que reza por él y la iglesia.

Sin imaginarlo, el milagro se hizo porque, una semana después de que el sacerdote entregara la carta en el Vaticano, otra misiva de respuesta fue enviada el 15 de septiembre y viajó por correspondencia desde Italia hasta el barrio San Antonio de Pereira, en el municipio de Rionegro, donde la pequeña María Belén la recibió casi un mes después en la tarde de este lunes, regalo que traía un rosario y una foto de Francisco.

"Yo me sentí muy feliz, eso fue maravilloso que el papa me hubiera podido responder. Yo le oré mucho a una santa que es muy amiga mía, que es María Goretti, y a la Virgen María", expresó la pequeña para Blu Radio.

La carta de la Secretaría de Estado Vaticano, firmada por monseñor Luigui Roberto Cona, agradece a nombre del papa Francisco el mensaje, además encomienda a la pequeña María Belén en "la Madre del cielo para que le ayude a crecer en el amor a Cristo en la Eucaristía" y, señala la misiva, la bendice junto a su familia.

"Para nosotros recibir eso fue una alegría muy grande y una bendición porque sabemos que no es fácil. Entonces, cuando la recibimos, leímos, porque en la carta también dice que él nos bendice, que nos imparte su bendición", señaló a Blu Radio Carolina, madre de la pequeña María Belén, quien ahora guarda la carta del Papa entre sus objetos más preciados.

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