Ni Maryori ni su expareja que la asesinó sabían de medida restrictiva de comisaría de Sabaneta

Ni siquiera Maryori Muñoz, la mujer que murió atacada con un químico por su expareja en Sabaneta, Antioquia, en su lugar de trabajo, supo de la medida protección que tenía a su favor.

La razón es que ni la mujer, quien fue víctima del terrible caso, ni Luis Carlos Aguirre, su expareja y quien la asesinó, no asistieron a la última reunión donde una comisaría primera de familia de Sabaneta había tomado el pasado lunes 13 marzo, las decisiones de una restricción y un proceso psicosocial que debería iniciar el agresor.

Recordemos que hace seis meses decidió trasladarse de su residencia y se fue a vivir a San Javier en Medellín. Según la Policía, ellos tampoco fueron notificados.

“Si llevó la denuncia a Fiscalía fue a Fiscalía, pero la Policía Nacional no recibió ninguna notificación en ese contexto. Nosotros hacemos una verificación del estado de la persona”, aseguró el coronel José Miranda, comandante encargado de la Policía Valle de Aburrá.

Maryori Muñoz de 40 años, madre de dos hijos , fue definida por uno de sus cuatro hermanos como una de las más ejemplares y trabajadoras mujeres paisas.

Su hermano menor, con quien conversó Blu Radio fuera de micrófonos, confesó que ella denunció una y mil veces el maltrato del que fue víctima, pero que una y mil veces, nadie, ni siquiera las autoridades, pudieron evitar el fatal desenlace que tuvo a manos de Luis Carlos Aguirre Echeverry.

Madre de dos hijos: ella era Maryori Muñoz, la víctima del ataque en centro comercial de Sabaneta

La víctima era la administradora de un local llamado ‘Centro Estético Matiz, Salud y Belleza’, ubicado en el Centro Comercial Mayorca, lugar hasta donde llegó el acusado, Luis Carlos Aguirre Echeverry, de 67 años, para atacarla con una sustancia química.

Por otro lado, según las autoridades, Maryori Muñoz Sánchez se había ido con sus dos hijos hacia un barrio de la comuna 13, en Medellín, hacía seis meses para alejarse del hombre, quien constantemente la amenazaba de muerte.

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