Aunque Erika Mira alcanzó a llegar con vida al hospital de Frontino luego de quedar atrapada en la avenida torrencial de Abriaquí (Antioquia ) no soportó las heridas y falleció tras el esfuerzo de los médicos ya en el centro asistencial de Santa Fe de Antioquia.
Erika es una de las 13 personas fallecidas por la emergencia ocurrida la noche del 6 de abril en el campamento minero de la vereda La Antigua, un lugar en el que no debería estar, pues hace tres días la habían despedido, pero ella pidió un tiempo adicional y le habían dado un mes más de contrato.
Una de las últimas personas en verla con vida fue su hermana Beatriz García, quien inicialmente recibió un reporte médico que parecía alentador.
“Me dijeron, ‘vamos con su hermana, en tres minutos llegamos al hospital está un poquito aporreada porque hubo una avalancha’, pero como me dijeron un poquito, yo me imaginaba eso, pero cuando llegué vi que estaba muy llena de lodo, en la cara, la nariz, la pierna donde le hacían una curación”, relató Beatriz.
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Fue tanto el impacto con el que Beatriz recibió la noticia y las condiciones en que su hermana llegó, que en un principio no la reconoció con facilidad.
“Yo siempre le digo mi amor o mi hermana, pero esta vez le dije fue mi amiga, no sé porqué. Como que pensaba que ella no era mi hermana, uno al principio como que no cree”, recordó Beatriz.
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En medio de la atención médica y los procedimientos de traslado al hospital de Santa Fe de Antioquia, las dos mujeres lograron intercambiar unas cuantas palabras.
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“Como yo no me iba a ir con ella, me dijo ‘Beatriz, no me vayas a dejar sola. Mañana va’, y yo le dije que no la iba a dejar sola, que iba mañana en la mañana. Yo me puse a hacer una vueltas que ella me había pedido, pero luego me llamó la doctora de Santa Fe y ella sí fue más dura en lo que dijo, me hizo salir del shock y caer en cuenta de las condiciones en la que estaba mi hermana”, contó Beatriz.
En ese momento ella salió a las 4:00 de la mañana hacia Santa Fe de Antioquia, pero en el camino comenzaron a llamarla cada tres minutos para confirmar en qué parte del trayecto iba, llamadas que se convertirían en la antesala de una mala noticia.
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“Era que mi hermana no había aguantado la cirugía y ya no estaba con nosotros”, dijo Beatriz, quien afirmó que en este momento recordó todo lo compartido con su hermana Erika, a quien describió como alguien alegre y amorosa y a quien le seguía todas las locuras.
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