"Las dos frases de Rodrigo Londoño", editorial de Ana Cristina Restrepo

Este es el Editorial de Ana Cristina:

"Las dos frases más relevantes de anoche en Cartagena fueron pronunciadas por Rodrigo Londoño, alias Timochenko, jefe máximo de las Farc: “Nuestra única arma será la palabra”, su declaración de apertura.

Y “en nombre de las Farc-EP ofrezco perdón a todas las víctimas del conflicto”. En este caso, no parece necesario detenerse en la gramática que si es mejor ofrecer, pedir o suplicar perdón. Ayer, ‘Timochenko’ dio el paso que toda Colombia le había reclamado: aceptó que los integrantes de las Farc causaron mucho dolor, que tienen una deuda inmensa con Colombia.

Aunque tardía, esta petición de perdón es uno de los pasos más grandes en este proceso de paz; tal vez el más significativo por parte de las Farc ante la sociedad civil colombiana.

El perdón es un acto individual, cada quien obrará de acuerdo con su conciencia; pero por lo menos ya sucedió: las Farc, a través de Rodrigo Londoño, expresaron arrepentimiento por 52 años en que causaron dolor.

Esas dos declaraciones son ni más ni menos que la entrada formal en la política del ciudadano Rodrigo Londoño: esas dos frases recogen todos los intentos de diálogo adelantados en Colombia desde 1982, desde el gobierno de Belisario Betancur hasta el de Juan Manuel Santos, pasando por el de Álvaro Uribe.

El sobrevuelo de tres aviones caza sobre el centro de convenciones Julio César Turbay de Cartagena, que provocaron un gesto de pánico en Rodrigo Londoño, no debe ser mirado como un saludo de las Fuerzas Armadas a las Farc sino como una despedida. Ya no más bombardeos, la batalla será otra.

Este es apenas el primer asomo de lo que les espera a las Farc como grupo político: son suyas las 27 letras del alfabeto para que combinen todas las formas de lucha… hablada.

¿Cuándo vamos a entender que aquí no es importante quién ganó la guerra? ¡lo realmente relevante es que no haya más guerra!

Ser testigos del retorno de una guerrilla a la vida civil no es tragarse un ningún sapo, eso ha sucedido de forma exitosa en países como Irlanda del Norte: significa recuperar la condición más humana de quienes están al margen de la ley, es reconsiderar nuestros límites como colectivo, como comunidad. Con o sin otorgar el perdón a las Farc, este proceso de paz es una segunda oportunidad para ellos, pero sobre todo para nosotros, para recuperar el sentido de sociedad entre los colombianos".