La cadena de frío para conservar el alimento de muchas de las especies, en su mayoría productos cárnicos, es una de las preocupaciones que tienen todos los funcionarios del Parque de la Conservación, ubicado en Guayabal, Medellín .
Y es que a pesar de que la práctica del hurto de cableado eléctrico era algo esporádico en las inmediaciones del lugar, últimamente se volvió pan de cada día, hasta el punto en el que los ladrones han hurtado incluso partes del transformador eléctrico que permite la prestación del servicio al parque.
Jorge Aubad Echeverri, director del Parque de la Conservación, explicó que "esto era un evento que ocurrirá de forma ocasional, pero se ha venido presentando con mucha frecuencia últimamente". "Tuvimos tres robos de cableado eléctrico el mismo día, es decir, ya casi que es a diario", añadió.
A la conservación de los alimentos se une la falta del suministro eléctrico para los equipos médicos usados en la atención de los veterinarios a las especies que se encuentran en recuperación dentro del Parque de la Conservación, lo que incluye incubadoras para las crías y cirugías programadas o de urgencia.
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"Tenemos un problema grande que tiene que ver con el tema de la clínica especializada en fauna silvestre. Es una clínica que puede afectar o parar sus operaciones si no tiene el flujo de energía normal", puntualizó Aubad.
Pero no es la única dificultad. Cada vez que hay un hurto del cableado eléctrico el Parque de la Conservación debe pagar a EPM los equipos y material robado por lo que los recursos para el cuidado de los animales se están yendo también en responder por los daños que hacen los ladrones.
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Por eso piden a la Alcaldía y a la Policía buscar una solución de raíz que termine con el problema antes de que el hurto diario ocasione problemas de salud o la muerte de alguno de los animales.
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