La JEP levantó las medidas cautelares que tenían sellado el Laboratorio de Osteología Antropológica y Forense de la Universidad de Antioquia donde investiga casos de cadáveres de posibles víctimas de desaparición forzada en el área de influencia de Hidroituango.
La Sección de Ausencia y Reconocimiento del tribunal de paz notificó a la institución del auto que permite reactivar las actividades científicas en este espacio académico que estuvo confiscado desde noviembre 2019 producto a las investigaciones de personas desaparecidas en el conflicto armado en Antioquia
Este sellamiento, de casi dos años del laboratorio, se hizo para que fueran preservados y conservados los cadáveres que allí se tienen para hacer las inspecciones y verificaciones.
Sin embargo, durante este tiempo, laJEP determinó que hubo varios obstáculos porque el laboratorio “no tiene un organización documental adecuada acerca del traslado de los cuerpos desde los cementerios de Orobajo (Sabanalarga), Barbacoas (Peque) y La Fortuna (Buriticá) de la zona de influencia de Hidroituango”, así como cajas con rotulados como Dispersos, por o que no hay certeza del número de cadáveres. Sumado a eso, identificó que los contenedores no cuentan con la protección suficiente y pueden ser manipulados por cualquier persona.
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Además, los investigadores de la JEP determinaron que los cuerpos extraídos del Cementerio Universal y llevados a ese laboratorio no contaban con los protocolos y requisitos claros para usarlos con fines académicos.
Por esa razón, el tribunal de paz ordenó a la Universidad de Antioquia que presente “un plan de mejoramiento del laboratorio en cuanto a sus instalaciones y a las condiciones de almacenamiento de los contenedores de cuerpos esqueletizados”, en un plazo no mayor a diez días.
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