Un homicidio por intolerancia tiene consternados a los vecinos y a una familia del sector Travesías del corregimiento San Cristóbal, en el occidente de Medellín, en donde la “típica hora feliz” terminó con una tragedia.
En el momento del almuerzo familiar, Alexánder Correa, de 41 años, salió a hacer una diligencia y pidió que le guardaran el sancocho. Cuando regresó y le sirvieron, la sorpresa para él fue que se le habían comido la carne.
Este hombre se molestó mucho y le reparó a una familiar porque lo dejaron sin presa. Su primo Yeison Gutiérrez le pidió que dejara de armar problemas y le propinó una puñalada con un arma blanca por la espalda. La víctima murió camino al hospital.
La carne del sancocho fue en realidad “el florero de Llorente” en este homicidio, porque los dos primos habían tenido una riña en diciembre y de la que se creía habían limado asperezas, según la madre de la víctima.
"Le pegó con una varilla y le dañó un ojo, pero ya él después le pidió perdón, se perdonaron y ya siguieron de amigos hasta la hora del sancocho", relató.
El supuesto agresor huyó del barrio tras el crimen, por lo que es buscado por las autoridades.
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Este caso es reflejo del disparo en un 83 % en los homicidios por intolerancia en Medellín este año, cuando han sido asesinadas 42 personas por este motivo.
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