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Medellín no se salva de la arremetida del Clan del Golfo, pues el afecto de su paro armado llegó hasta el barrio La Sierra y otros sectores de la Comuna 8, donde los ciudadanos están atemorizados y el comercio cerró.
Según el alcalde Daniel Quintero, la zona está militarizada para garantizar la seguridad y en Medellín hay más de 1.200 policías adicionales y Ejército que están controlando el orden público.
“Estamos muy atentos porque hay una amenaza latente, sabemos que es una preocupación real. No nos vamos a descuidar y donde se presente un evento vamos a actuar de forma inmediata, hemos hablado con los comerciantes, la mayoría de ellos están tranquilos pero alertas eso sí, por lo que pueda ocurrir”, manifestó el mandatario.
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En la Comuna 8 se adelantan patrullajes mixtos de militares y policías, además de que se hacen vigilancias con drones.
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