La ministra de Minas y Energías, Irene Vélez, habló sobre el encendido de las primeras turbinas de Hidroituango, programadas para noviembre por EPM. La funcionaria aseguró que el Gobierno le pidió a EPM un informe pormenorizado acerca de los posibles riesgos, en vista de la preocupación de la comunidad de Puerto Valdivia (Antioquia).
"Pudimos poner a Hidroituango en el centro de la discusión, parecía que eso estaba totalmente olvidado. En el último PMU, que fue el pasado sábado,se reunió la comunidad de Puerto Valdivia, que manifestó una gran preocupación respecto a cuál es el estado de riesgo que pudiese generar la prendida de las turbinas. Nosotros estamos escuchando atentamente y le hemos solicitado en cada uno de los PMU a EPM que nos comparta cuál es la evaluación de riesgo que tienen hasta el momento, cuál es el monitoreo que han hecho del macizo rocoso y de las vibraciones que se están generando sobre el rebosadero. Con base en eso, quisiéramos entender mucho mejor", sostuvo la funcionaria.
De acuerdo con la Unidad Nacional del Gestión del Riesgo (UNGRD) , cerca de 5.000 habitantes del corregimiento de Puerto Valdivia serán evacuados ante la inminente puesta en marcha de Hidroituango. No se descarta que la misma medida se pueda extender a otros municipios.
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"Es muy importante reconocer que el dueño del riesgo es la empresa; nosotros como Gobierno tenemos la responsabilidad de enterarnos y de pedirle a la empresa que sea lo más responsable posible respecto a su gestión del riesgo", agregó la ministra de Minas.
Así operará Hidroituango
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Cuando esté con sus ocho turbinas funcionando, Hidroituango tendrá una capacidad instalada de generación de 2.400 megavatios, equivalente al 17 % de la demanda de energía que tiene el país.
Los constructores de la obra confían en que el 30 de noviembre pueda entrar en operación la primera turbina de la presa que se levanta en el cañón de un macizo montañoso en la localidad de Ituango.
La obra comenzó en 2010 y debía estar concluida en 2018 pero el derrumbe de un túnel de desviación del río Cauca ese año obligó a los constructores a inundar la sala de máquinas, que estaba casi terminada, para evitar que el agua destruyera el muro de la presa que entonces estaba en construcción.
Esta megaobra no ha estado exenta de oposición, pues las comunidades de su alrededor, junto a organizaciones de la sociedad civil, han denunciado que la construcción de Hidroituango ha vulnerado derechos humanos, provocando desplazamientos de campesinos, e impactando la biodiversidad de la zona.
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