Hay preocupación porque más de 300 personas con cáncer, que hacen parte de la fundación Fundayama en Medellín , se van a quedar sin tratamiento y atención por falta de apoyos; piden ayuda porque la mayoría son madres cabeza de hogar.
Esta difícil situación que atraviesa la fundación la empezaron a padecer en la pandemia, cuando muchas empresas dejaron de apoyar el proyecto que inició hace 15 años con el fin de ayudar a las personas que luchan contra el cáncer. Con los recursos principalmente sostienen las jornadas psicosociales, deportivas, asesoría jurídica, entrega de mercados, pero además el sostenimiento de la sede.
Claudia Urrego, directora de Fundayama, hizo el llamado al sector público - privado para que no los dejen solos, debido a que sería un riesgo dejar de apoyar a tantas personas que ven en la casa rosada una bendición.
“Le pedimos a las empresas que nos apoyen para poder seguir con los programas. Nosotros tenemos unos cargos fijos siempre altos, como es el caso de la asistente administrativa, los servicios públicos, por tal motivo tendremos que detener algunos servicios, porque la reserva de ahorros se nos acabó. Por lo tanto, estamos buscando nuevas alternativas para no cerrar la casa rosada”.
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Agregó que tienen la esperanza de poder pasar la crisis y no estar en la misma situación de fundaciones como 'Amo mi Calva', que está también a punto de desaparecer por la misma situación.
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Fundayama es líder en el país con el programa de donación de cabello para pelucas que le cambian la vida a mujeres con cáncer y buscará patrocinadores para la tradicional carrera Camina, corre y tócate que realizan en octubre de cada año.
Las empresas o particulares que deseen apoyar a la fundación pueden comunicarse a la línea 312 843 15 40 o visitar la sede, en la calle 58 # 39 - 52, en el barrio Boston de Medellín.
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