Girardota, uno de los territorios más católicos de Antioquia, sede del santuario del señor Caído, llora la partida de su párroco quien murió víctima del COVID-19.
A esta población del norte del Valle de Aburrá , a diario llegan decenas de peregrinos queriendo cumplirle la promesa al señor caído.
Girardota parece un pueblo huérfano por la muerte de su sacerdote, el presbítero Leonardo Ospina. El párroco de la Catedral del Señor Caído se contagió de coronavirus "en su ley", oficiando como sacerdote y consejero.
“Se contagió haciendo esta labor, su mayor anhelo era ser un pastor íntegro y se contagió aquí en el santuario, atendiendo a su feligresía”, dijo Sebastián Madrigal, amigo del Padre Leonardo.
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En honor al padre Leonardo, en los próximos días, la catedral de Girardota celebrará las fiestas del santuario del Señor Caído.
Aquí algunas palabras del religioso antes de morir:
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