La Justicia Especial para la Paz (JEP) , identificó y entregó el cuerpo de José Antonio Quesada, desaparecido en 2002, a su padre, hermanos, esposa e hijos. Lo último que se supo de él, hace 20 años, es que salió de su casa en Frontino para buscar trabajo, pero nunca regresó.
Los restos de Quesada fueron hallados en una fosa común, marcada con el número 15, del cementerio Las Mercedes en Dabeiba, donde la JEP adelanta una intervención especial desde hace dos años, luego de reunir testimonios de militares en el caso 03: “Asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes de Estado”, también conocido como falsos positivos.
Tan solo en el subcaso de Dabeiba, han sido escuchados 29 integrantes de la fuerza pública, entre ellos algunos comandantes de batallones y brigadas.
De acuerdo con la justicia especial, en dicha fosa había cuerpos de al menos cinco personas, en bolsas negras y amarrados; el de José Antonio se logró identificar gracias a la toma de muestras de ADN adelantadas en los últimos dos meses ordenada por la Sala de Reconocimiento de Verdad con apoyo de Medicinal Legal.
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La decisión de la familia, en el proceso de reparación, fue recibir el cuerpo de manera digna en Carepa, Urabá y que las exequias se hicieran en Frontino.
A la fecha, la JEP y otras instituciones han logrado identificar y entregar en condiciones dignas ocho víctimas de desaparición forzada en Dabeiba, de las cuales cinco habían sido inhumadas de forma irregular en dicho cementerio.
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