Los cuestionamientos de los últimos años sobre algunos manejos y decisiones al interior de Empresas Públicas de Medellín (EPM) son una situación que no solo ha deteriorado la imágen exterior de la compañía, sus empleados también han notado una desmejoría en varios aspectos que resultan relevantes.
Así lo dio a conocer una encuesta solicitada por el Sindicato de Profesionales de la compañía y llevada a cabo por el Centro Nacional de Consultoría, quienes en una muestra de 1.042 encuestas demostraron que el 83% de colaboradores considera que EPM perdió autonomía respecto al gobierno de Medellín por intromisión del alcalde.
Además, el 74% calificó como mala la gestión del actual gerente Jorge Andrés Carrillo, en quien el 62% confía poco o nada. La gestión de los diferentes vicepresidentes también fue catalogada como muy mala por parte del 55% por ciento de participantes en el ejercicio.
Olga Lucía Arango, presidenta de Sinpro espera que este tipo de indicadores cambien con la llegada de la nueva administración de la capital antioqueña a partir del próximo 1 de enero.
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"A pesar de esos resultados los trabajadores confiamos en que con la nueva administración se retomen los valores corporativos y la rigurosidad", declaró.
Pese a que el 90% de los encuestados dijo reconocer en EPM una empresa con grandes utilidades y una influencia positiva en la sociedad, la mayoría dijo no haber sido escuchado por los directivos de la compañía, pero además el 74% que la rigurosidad en la toma de decisiones y el manejo en general de la institución es menor que cuando ingresaron.
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Este mismo tipo de elecciones fueron consecuentes con otros aspectos como la coincidencia en afirmar la falta de transparencia en la toma decisiones y en su utilidad a intereses particulares.
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