De acuerdo con las denuncias de Ángela Molina, madre del joven de 26 años que padece problemas mentales, el día en que su hijo fue detenido y lo llevaron al calabozo de paso, sus compañeros lo habrían abusado sexualmente y los agentes de Policía que permanecen allí y presenciaron el hecho, lo habrían intimidado para que no denunciara.
Un mes después, el pasado 8 de octubre, uno de los uniformados habría llamado a la mujer para informarle que a su hijo lo habían golpeado fuertemente en varias ocasiones y le habían introducido varios objetos en su pene, entre ellos, un cepillo de dientes, como consta en el informe de Medicina Legal, y que le habrían causado graves lesiones.
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La mujer denunció el caso ante la Fiscalía y envió derechos de petición al Inpec y las autoridades municipales para que investiguen el caso, porque asegura que su hijo ha sido sometido a diferentes tipos de tortura.
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El joven fue trasladado al calabozo del barrio Santo Domingo y permanece a la espera de que le realicen la intervención para extraerle los objetos de su pene.
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