Las Altas Cortes norteamericanas aceptaron la demanda de las víctimas de la comercializadora Chiquita Brands Internacional en su contra que la señala de apoyar, con el pago de extorsiones, a grupos armados ilegales en las regiones de Urabá y magdalena medio de Antioquia.
Son por lo menos 5.000 las familias que celebran la demanda que fue aceptada y ahora, según uno de los abogados del caso, Paul David Woolf, los diez años de litigio comienzan a dar frutos.
“La cantidad de la indemnización es mucho más que el valor de Chiquita Brands. Lo que tenemos que hacer es utilizar esas docenas de casos para buscar indemnizaciones de millones de dólares porque no hay límites a los daños a nuestro sistema”, dijo el abogado Woolf.
Uno de los motivos por los que habría sido aceptado el caso en los Estados Unidos sería la falta de seguridad para llevarlo a cabo en Colombia.
El Estado norteamericano habría impuesto una sanción económica a la comercializadora Chiquita Brands por el supuesto apoyo a grupos ilegales en Colombia.
Las víctimas también esperan una reparación económica.