La Contraloría adelanta una investigación preliminar por el supuesto gasto inadecuado de la caja menor del alcalde Daniel Quintero que se habría usado de manera excesiva en licores y consumos personales. Incluso, un reconocido restaurante hizo un proceso de cobro pre-jurídico a la Alcaldía ante la demora en los pagos.
La nueva polémica del mandatario local y su administración obligó al ente de control fiscal a ponerle la lupa a los presuntos gastos excesivos de los recursos públicos para los temas de representación y viáticos.
Según el informe de gastos y facturas, durante el último año se han usado los más de 23 millones -que están destinados para la caja menor del despacho del alcalde Daniel Quintero- en abundante licor, con pagos individuales de más de millón y medio de pesos, peajes fuera del área metropolitana de Medellín, restaurantes, mercados y tabaco, entre otros, que suman más de 185 millones de pesos desde enero a julio pasado, es decir, que el promedio de gasto mensual superaría el tope estipulado por la resolución para esta caja menor.
Aunque desde la Alcaldía indican que este fondo se puede recargar cada vez que se gaste y no tiene una periodicidad, el entonces secretario Privado de la Alcaldía de Alonso Salazar, Juan David Valderrama, hoy candidato a la Alcaldía, explicó que en su época se actualizó el número de salarios mínimos para esa caja menor pero para un mes, es decir, si se gastaba, solo se recargaría al mes siguiente.
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"En nuestra época le tope era finito, máximo una vez al mes. No se puede retanquear porque si se hace, de dónde sale el recurso y afectar el presupuesto; y ese hueco quién lo tapa. Entonces, no tiene sentido que un presupuesto público, con recursos públicos, tenga ilimitadas veces el número de volverse a llenar para gastos de representación de un alcalde que vive en la ciudad y tiene un salario", manifestó.
La Contraloría municipal adelanta desde el 21 de julio una investigación preliminar con una vigilancia fiscal ante presuntos gastos inadecuados; lo que podría llevar a una “actuación especial de fiscalización”.
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La polémica no acaba ahí pues la Contraloría confirmó que el reconocido restaurante San Carbón, donde iba frecuentemente el alcalde, inició un cobro pre-jurídico a la Alcaldía por cuentas por pagar por consumos del mandatario Daniel Quintero, sumas que superarían los 20 millones de pesos.
Por su parte, la Alcaldía de Medellín señaló que fue la administración de Alonso Salazar, hace 13 años, la que aumentó el valor del fondo fijo de diez a 20 salarios mínimos, unos 23'200.000 pesos, por medio de una resolución del año 2010.
Además que la Alcaldía tiene una cocina que sirve de alimentación al mandatario y funcionarios, por lo que la compra de mercado es para ello. Así mismo, los otros gastos que son de materiales y suministros, mantenimiento, viáticos y gastos de viajes, comunicación y transporte, gastos de atención y representación, son justificados y están auditados de forma estricta por la misma administración del alcalde Daniel Quintero.
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