La Organización Indígena de Antioquia hizo una nueva denuncia de confinamiento de su población en el departamento, además de la problemática que se presenta en Murindó con el confinamiento de 2.000 personas. Esto ahora se evidenció en el Bajo Cauca.
En esta ocasión, 231 familias indígenas del pueblo Senú, del municipio de Cáceres, permanecen sin alimentos, desplazadas y confinadas a causa del conflicto armado que no cesa en el Bajo Cauca antioqueño, donde los grupos armados les han prohibido acceder a sus cultivos o realizar actividades propias de pesca en el río Cauca.
También se conoció que son blanco de discriminación, extorsión, reclutamiento forzado y confinamiento en sus viviendas entre las 6:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, detalló Wilfer Sánchez, vocero de la Organización Indígena de Antioquia.
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“Tenemos afectadas las comunidades José de Los Santos, Guarumo, Balay, Puerto Santo Manantial, Jardín la esperanza y el resguardo Alto del Tigre, donde se han venido registrando una serie de confrontaciones. Hasta el momento no se ha tenido ningún acompañamiento”, dijo.
La Organización Indígena de Antioquia ha podido constatar que, desde el pasado 29 de enero de 2021, se vienen registrando enfrentamientos armados en el Resguardo Indígena Alto del Tigre, lo que pone en alto riesgo a las familias y la posibilidad de desplazarse para salvaguardar sus vidas.