Más de 3.000 detenidos que se encuentran en la cárcel Pedregal tiene su comida a la deriva luego de que la Personería de Medellín cerrara la cocina del lugar.
Además de las continuas quejas de varios detenidos, que aseguran recibir alimentos en estado de descomposición, la visita del ministerio público dejó al descubierto las precarias condiciones del espacio donde se preparan los alimentos de 3.400 personas.
No solo fueron encharcamientos y filtraciones de agua; hongos y olores nauseabundos, pues la agencia del ministerio público constató que el personal que manipula los alimentos no cumplía con las dotaciones necesarias ni con prácticas higiénicas, lo que pone en riesgo la salud de los detenidos. Ante esto emitieron una alerta a la secretaría de Salud de Medellín que tras una visita ordenó el cierre temporal del lugar.
"Estas situaciones conllevan a que permanezcan agentes contaminantes en el tiempo, que se derivan en intoxicaciones masivas a la población privada de la libertad pues los alimentos que se están entregando no están cumpliendo esas condiciones de salubridad e higiene que se requieren en el marco de su preparación", manifestó Angélica Angulo, líder del Observatorio del Sistema Penal, Penitenciario y Carcelario de la Personería de Medellín.
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Tras el cierre de la cocina, la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios, USPEC, y el operador que presta el servicio de alimentación deberán garantizar de manera oportuna y en condiciones dignas la alimentación de los detenidos de El Pedregal.
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