El asentamiento indígena en la puerta de la Institución Educativa Educativa Héctor Abad Gómez, sección escuela Darío Londoño, en Niquitao, sigue afectando a los 350 estudiantes que, para ingresar a clases, deben abrirse camino entre colchonetas, bolsas, costales y personas.
Para comienzos de esta semana, según informó la Personería Distrital de Medellín , el 40% de los estudiantes no estaba asistiendo a clases porque sus padres temen enviarlos ante esta situación. Sin embargo, el secretario de Educación, Juan David Agudelo, explicó que hay normalidad académica.
"Todo lo que estamos haciendo es garantizar que nuestra comunidad educativa pueda ingresar a sus aulas, maestros y estudiantes, en condiciones de seguridad y que puedan desarrollar sus actividades académicas en normalidad", dijo el secretario.
Hay que recordar que los 200 indígenas que permanecen fuera de la institución educativa hacen parte de la población Embera que está en Medellín, proveniente del Alto Andágueda en Chocó, y que retornaría a su territorio a finales del mes de mayo.
Según el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, el Distrito ya ha hecho todo lo que le corresponde y ahora la responsabilidad es de otros.
"Teóricamente la responsabilidad es de la Unidad de Víctimas, sin embargo, entendemos que ellos tienen procesos más lentos que los nuestros para poder acondicionar los buses que permitan que vuelvan a su territorio", explicó Quintero.
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A pesar de esto, Quintero dijo que desde la Alcaldía se está buscando una alternativa para ayudarlos a retornar a sus territorios prontamente.
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