A través de su cuenta de Twitter, el secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto, anunció que iniciaron una investigación sobre cómo los chalecos comprados por el distrito, hace nueve años, llegaron a parar en el robo millonario de oro del pasado jueves en Medellín.
En un comunicado, la empresa Mc Armor-Miguel Caballero Colombia, con sede en Bogotá y dedicada a la comercialización de elementos de blindaje y protección personal, informó que los chalecos antibalas usados por los delincuentes e incautados por las autoridades tienen la marca de la compañía con etiquetas adulteradas bajo el número de serie 141678.
“Nuestra compañía realiza un control riguroso y extenso sobre la entrega y uso de los productos vendidos, por esto se aclara que, tas revisar el serial, se encontró que los chalecos incautados fueron vendidos al Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá el 31 de agosto de 2012”, reseñó el comunicado.
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Asimismo, el secretario Fernández aseguró que el contrato mencionado fue liquidado en 2016.
La duda que queda por responder es porqué los elementos fueron a parar a otro destinatario, cuando el debido proceso es destruirlos una vez cumplen su vida útil.