Esta semana, en circunstancias que aún son materia de investigación, 53 presos de la cárcel de Tuluá murieron tras un incendio. Muchas son las preguntas que dejo el hecho, por eso Esmeralda Echeverry, directora de la Fundación Internacional Movimiento Cárceles al Desnudo, habló en Sala de Prensa sobre la crisis carcelaria en el país.
“A través de los años hemos insistido en que la política criminal penitenciaria definitivamente debe ser replanteada, en que el sistema carcelario se debe reformar, debemos garantizar que sean centros de resocialización y no auténticas bodegas humanas (...) Hoy ingresar a la cárcel se convierte en una pena de muerte, porque a muchas personas les están entregando sus familiares en un ataúd”, indicó Echeverry.
La directora del Movimiento Cárceles al Desnudo habló de hacinamiento, el sistema estructural de las cárceles y de la precariedad de la guardia que custodia a los presos en el país.
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“Estamos hablando que un funcionario del Inpec debe custodiar alrededor de 200 personas, hablamos de un poco más de 16.000 funcionarios que están en situaciones dramáticas porque incluso no tienen insumos para repeler situaciones como la que sucedió hace unos días Tuluá (…) Para nadie es un secreto que las cárceles son un negocio y que mucha gente tiene sus manos metidas ahí, entonces no creo que privatizarlas sea la solución, porque quizá esos temas de corrupción que tanto hemos denunciado se van a ampliar”, señaló.
En la tragedia de la cárcel de Tuluá, según se pudo conocer, la guardia de la cárcel intentaba controlar un intento de fuga, por lo que los presos prendieron fuego a unos colchones y, además, provocaron una riña.
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