
golpes del destino son desalmados con nosotros y en ellos perdemos parte de lo que amamos. Envites crueles donde podemos llegar a presenciar la muerte de nuestros seres más queridos.
Si existe un gran misterio que nos rodea ese es sin duda nuestro destino. Pero por muy oscuro que todo se vea lo que nos enseña la vida es que nunca debemos perder la esperanza. Pues jamás debemos olvidarnos del poder de la fe, de la realidad de los milagros.
Publicidad
Puede que no lo creamos, pero la iglesia católica ha comprobado la existencia de miles de curaciones milagrosas que han hecho santos a personas que dedicaron su vida a servir a los demás, como es el caso de Laura Montoya. Pero este no es el único caso, casi setenta de estos hechos imposibles han sido certificados en torno a las apariciones marianas de Lourdes en Francia. El último de ellos el de Daniela Castelli, cuyo cáncer incurable le llevó en ocho ocasiones hasta el quirófano. Sus tumores repartidos por todo el cuerpo desparecieron, lenta e inexplicablemente, después de una visita al santuario donde bebió de sus limpias aguas.
Hechos que nos demuestran que lo imposible es mucho más real de lo que imaginamos. Curaciones que nos hacen afirmar que la bondad de Dios está muy cerca de nosotros. Una voluntad divina que se manifiesta a través del poder de los milagros.